Desde muchas perspectivas médicas y científicas, no es conveniente estar de arriba a abajo con diferentes opiniones de salud y menos cuando se trata de nuestro pequeño ser de compañía, que no puede manifestar su dolor con palabras, por ello el 80% de los dueños de mascotas no cambian de veterinario.
Casi siempre los dueños de mascotas prefieren que les atienda el mismo profesional a pesar de que tenga un precio más elevado que la competencia, ya que por confianza y seguridad es más razonable que siga el proceso con cuyo médico lo lleva viendo tiempo atrás.
Estudio Veterinaria 2030
La gran mayoría de los dueños de mascotas que acuden al veterinario suelen ir siempre al mismo centro, según el estudio Veterinaria 2030 llevado a cabo por el Colegio de Veterinarios de Madrid (Colvema) durante 2017, nos indica que el 82,1% de los propietarios de mascotas no ha cambiado de veterinario, mientras que el 17,9% sí reconocen haberlo hecho, según una encuesta que se realizó a 1.002 personas.
Motivos de cambio de veterinario
En su mayoría los cambios de veterinario, son por razones de distancia, seguido de la opción “buscar un mejor precio”, también el acudir a varios centros, destaca sobre el resto el hecho de elegir el centro según la especialización requerida por el tratamiento.
Motivos de permanencia
Por el contrario, entre aquellos que no han cambiado de centro, apuntan a un “mal trato al animal” como principal motivo hipotético de cambio.
Seguridad y confianza, son dos principales factores que van en pro de la permanencia con el veterinario, además de que este debe llevar un informe riguroso sobre las patologías de nuestro pequeño ser de compañía.
Veterinarios
El médico veterinario tiene un gran compromiso social al ser responsable del control y de la disminución de los riesgos para la salud humana de las zoonosis provenientes de las mascotas. Principalmente por esta razón, es imprescindible que los dueños de las mascotas estén yendo de manera oportuna a ver a los veterinarios para generar un panorama completo del ambiente donde se desenvuelve el animal y, lograr condiciones de sanidad óptimas en los espacios de convivencia hombre-animal.
En primera instancia, el médico veterinario debe darle a conocer al dueño de la mascota, los riesgos que acarrea esta convivencia, para ello debe brindar información precisa sobre las enfermedades que pueden ser transmitidas por el animal y las estrategias para minimizar las posibilidades de contagio.
Por lo que es importante que el médico veterinario sea cauteloso en su orientación al dueño de la mascota, ya que al alarmarlo se crearían inseguridades y temores que podrían deteriorar su relación con la mascota, o también dependiendo de la veracidad de la información, hará que el dueño de la mascota, sea incrédulo y quiera otro punto de opinión, y así generar el cambio de veterinario.
Bienestar
Los animales como recurso terapéutico pueden ser incluidos en los tratamientos como terapia asistida motivacional - teniendo como objetivo introducir a un animal de forma permanente o con una regularidad específica en el entorno de una persona, con el fin de permitir que se establezca una unión afectiva- o como terapia física, que ayudaría a personas con síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), enfermedad de Alzheimer y diversos trastornos sicológicos; también se ha instaurado en hogares para la tercera edad, cárceles, hospitales e instituciones siquiátricas. Este tipo de terapia ha potenciado la rehabilitación de pacientes con afecciones cardíacas y ha incrementado el porcentaje de supervivencia de la enfermedad coronaria.
Es sorprendente como estos seres, tan pequeños, necesitados de amor, pueden ayudarnos a mantener la salud tanto física como psíquica, por lo que es importante agradecerles con cada acto de vida, su compañía.
¡Sin importar los gastos de la competencia, haz que tu ser de compañía tenga un buen veterinario!